Breve historia del tren turístico

La historia de la visita imperial que fue el motivo de planes ambiciosos.

El primer ferrocarril del mundo en una cueva de concreciones calcáreas desde 1872

La Cueva de Postojna abrió sus puertas al turismo en 1819 y desde entonces, y durante décadas, se estaba buscando una solución para facilitar a los visitantes el camino largo y exigente por la cueva, iluminado con antorchas. En 1853, a A. Schmidl le extrañó que no hubiera animales de montar en la cueva, como burritos o ponis, para poder desplazarse en ellos.

En ocasión de la inauguración del Ferrocarril del Sur entre Viena y Trieste, el 11 de marzo de 1857, visitaron la cueva los emperadores Francisco José e Isabel y para transportar a la emperatriz y dos damas de la corte fueron preparadas tres sillas de mano.

Gracias a que la Cueva de Postojna es horizontal, el 16 de junio de 1872 pudieron inaugurar en ella el primer ferrocarril del mundo en una cueva con concreciones calcáreas. Los guías de la cueva iban empujando dos carros, llamados Faeton, con cuatro visitantes.

El período entre 1872 y 1923: comienzos de un destino turístico

El desarrollo del turismo empezó con la llegada del jefe del distrito, Dr. Anton Globočnik Sorodelski, al puesto de presidente de la comisión de la cueva. Los caminos por la cueva fueron acondicionados y empezó a prepararse el fundamento para el ferrocarril. En marzo de 1872, se empezaron a colocar las vías de 1.534 metros de longitud y de 620 mm de anchura. Las obras duraron tres meses y fueron supervisadas por el maestro de carreteras Gregor Oblak. El 16 de junio de 1872, empezó a funcionar el ferrocarril desde la concreción calcárea llamada Púlpito (Prižnica) en la Casa Grande (Veliki dom) hasta el pie de la Montaña Grande (Velika gora). Esto no hubiera sido posible si la cueva no fuera casi horizontal.

Primera locomotora de gasolina

Después de la Primera Guerra Mundial, la Cueva de Postojna formó parte del territorio adjudicado al Reino de Italia. Abordaron el desarrollo de la cueva con mucho empeño y en 1923 renovaron el ferrocarril por completo. Desde entonces, los visitantes ya pudieron entrar a la cueva en tren, llevado por una locomotora de gasolina. La primera fue Montania 803, una locomotora de mina, que solo podía llevar 20 pasajeros.

Segunda locomotora de gasolina

El número de visitantes de la cueva no paraba de subir y por eso la dirección de la cueva compró otra locomotora de gasolina, Montania S 10 n.º 2044 y 25 vagones con 6 asientos cada uno. Así pudieron llevar a la cueva 150 visitantes a la vez.

Esta locomotora se usó hasta 1957 y se puede ver en el pabellón de exposiciones de la Cueva de Postojna.

Tercera locomotora de gasolina

El Reino de Italia promovía bien la Cueva de Postojna, por eso hacía falta comprar una tercera locomotora de gasolina que pudiera llevar a la cueva todos los turistas que quisieran visitarla. En 1926, compraron en Milán la locomotora CEMSA 20 G n.º 20 -779 y empezaron a utilizarla en julio de ese mismo año.

Introducción de locomotoras eléctricas

Después de la Segunda Guerra Mundial, la Cueva de Postojna primero formó parte del Territorio libre de Trieste y después de Yugoslavia. Con el tiempo, las locomotoras de gasolina se gastaron y los visitantes se quedaron molestos con su ruido y los gases que emitían. En 1956, la dirección de la cueva compró dos locomotoras eléctricas que funcionaban con acumulador. Como resultaron fiables, fueron comprando otras nuevas, hasta llegar a doce. Las últimas dos fueron compradas en 1988. En 2013, incorporamos en la locomotora n.º 3 un motor asíncrono que va llenando el acumulador incluso durante el frenado.

Ferrocarril de cueva después del 1964

Por la línea de una vía solo pudieron circular tres trenes a la vez, lo cual representaba un gran problema. De esta forma solo pudieron llevar a la cueva 2.100 visitantes al día, mientras la demanda era cada vez mayor. Por eso decidieron construir una línea circular. La primera fase fue acabada en 1964 y la segunda, que exigía más intervención en la cueva, en 1967. Al lado de la Sala de Concierto excavaron un túnel de 422 metros en la roca y así hicieron un lazo. También construyeron un puente de 19 metros de longitud por la galería lateral de Cuevas Pequeñas (Male jame).

En el invierno de 1969/70, excavaron un garaje nuevo y en 1979 acondicionaron el andén de salida. Por encima de la antigua entrada a pie a la cueva construyeron un puente en el que fueron colocadas las vías de tren. En abril 2015, fue completamente renovado el andén de entrada detrás del Palacio de Cueva.