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עבריתCon luz antes que en Liubliana
Antes de que las luces eléctricas iluminaran muchas de las capitales europeas y hasta 15 años antes de la electrificación de las calles de Liubliana, en 1883 las luces eléctricas iluminaron por primera vez la Cueva de Postojna.
¿Quieres ver algo excepcional?
Desde su descubrimiento en 1818, la Cueva de Postojna fue iluminada con velas y antorchas, lo cual impedía que los visitantes la vieran realmente bien, ya que las llamas emitían muy poca luz. Por eso la dirección de la cueva de entonces empezó a buscar soluciones alternativas y la idea de las innovadoras luces eléctricas tuvo mucho éxito.
Antes de la llegada de la electricidad, los visitantes solo pudieron ver las partes de la cueva que fueron iluminadas con velas.
Las primeras luces eléctricas iluminaron la Cueva de Postojna el 15 de julio de 1883, en ocasión de la visita del emperador Francisco José. Solo unos meses antes, la primera bombilla eléctrica de Eslovenia fue encendida en Maribor.
El 25 de julio de 1883, recibieron en la Cueva de Postojna la factura para la iluminación de la Sala de Baile con tres luces eléctricas en ocasión de la visita del emperador el 15 de julio de 1883, que llegó desde Viena.
Pioneros de electrificación
La iluminación de la cueva tuvo mucho éxito así que la dirección de la cueva decidió invertir en instalación eléctrica permanente. El 25 de mayo de 1884, se encendió en la cueva por primera vez la luz eléctrica permanente.
Con la instalación permanente en 1884, la Cueva de Postojna entró entre los pioneros de electrificación, siendo la tercera del mundo con instalación eléctrica permanente. Las primeras 12 lámparas fueron colocadas en las partes más «famosas» de la Cueva de Postojna, como Casa Grande (Veliki Dom), Montaña Grande (Velika Gora), Encrucijada (Razpotje), Sala de Baile (Plesna dvorana)...
Un evento extraordinario
Al visitar la cueva, iluminada con las luces eléctricas, los visitantes pegaban gritos de entusiasmo y los periódicos escribían sobre el evento extraordinario. La instalación eléctrica permanente hizo posible ver, por primera vez, la vista a la Casa Grande (Veliki dom) y al río subterráneo Pivka, que corre debajo.
Más modernos que Londres
El número de las lámparas iba aumentando rápido y en 1901, cuando, según algunas fuentes, la electrificación de Londres todavía estaba en sus principios, los periódicos escribían sobre las lámparas que iluminaban todas las partes de la cueva, accesibles a los visitantes. Después de la gran reforma de la instalación después de la Primera Guerra Mundial, la Cueva de Postojna contaba orgullosamente con la instalación eléctrica más moderna. Desde entonces, la Sala de Baile está decorada por la araña de luces hecha de vidrio de Murano.
Araña de luces de vidrio de Murano en la Sala de Baile
Toque mágico
Hoy en día, nuestros visitantes pueden seguir disfrutando de las bellezas subterráneas con la luz de unas 483 lámparas que obviamente son más modernas y adaptadas al ambiente de la cueva. Durante el Belén viviente en Navidades, la Cueva de Postojna se envuelve en el brillo mágico.
